domingo, 30 de septiembre de 2012

Otro sucio erotismo

He sido infiel.me he llenado de suciedad hasta las pestañas. He engañado. Me he
vaciado por dentro para hacerlo. Decidí volverme infiel a mi misma. He violado la
unión más eterna y verdadera, la que existe entre mi cuerpo y mi persona. No he
necesitado para la sensación del adulterio, estar casada y traicionar a mi marido.
En un año de mi vida lo cometí incontables veces, me volví pecaminosamente obscena;
supe dónde descender cómo degradarme. El vacío es adictivo, la turbiedad engatusa;
dejé que mi mente copulara con otras personas que no fueran yo, se salió de mi cabeza,
me salté nuestro vínculo y no hice nada por pararla, pararme. Incluida en una red
sórdida de vidas, follar es lo de menos. ¿Me entiendes? Follar es lo de menos. Que
preocupación tan absurda la de ensuciarse en el sexo. No entiendo. Lo mismo que me
han servido un pedazo de hígado a la plancha e ingenuamente he pensado que era uno
de ternera, lo he tragado y arrepentida he escupido; igual, he acabado con mis piernas
abiertas ante una víscera asquerosa, después he escupido sobre mi piel y sobre el agua
de la ducha para evitar limpiarme, porque no lo merezco. He sido infiel, y todo por
castigarme, por haber descendido al infierno. De todos los errores cometidos, los de
untarme de mierda en una cama, han sido los de menos. Al menos, han dado de comer
al muerto de hambre de mi ego, le han hecho crecerse, aunque de abono haya usado de
humano, excrementos. Más me arrepiento, de los años que pasé huyendo de la mujer,
del conflicto, del monstruo, del lado oscuro….que llevo dentro. Todo, por ver, si
aunque fuera en una esquina, me parecía a “una de ellas”, conseguía algo parecido
a “una de ellas”, de las que tanto desprecio, de las que me río en secreto y en no tan
secreto. ¿Me entiendes? Joder, que follar es lo de menos, que hay cosas que son más
sucias, más turbias, más peligrosas y que dan más miedo. Que cuando me sodomizaste,
mi yo ingenuo, fingió aterrorizarse. No hay nada más satisfactorio que engañar a un
farsante. Hay hombres que se creen que con meterla en un culo de mujer ya son dominantes, hay mujeres que tienen miedo de admitir que les da morbo haber sido, en
cierta manera, “forzadas”. Hay hombres que no entienden que con forzar un culo, no
han forzado nada. No hay nada de sadismo. Hoy, es el mismo perjuicio que si me
hubieras pedido que viera contigo una película de Bruce Willis. De hecho, lo peor de ti,
fue lo aburrido, extremadamente tedioso que fuiste y lo tremendamente sádico que te
creíste; que te crees. Repito, follar es lo de menos. La vida esta llena de otro sucio
erotismo.

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