¿Habéis visto alguna vez
derrumbarse un castillo?
De verdad, caer abajo.
Derrotado por la indolencia,
la ignorancia
y la idiocia del ser humano.
Cuando los niños pisan la
superficie arenosa
de su réplica en la playa,
es la misma conducta
maligna, hiriente y
anclada al núcleo de la
destrucción.
Destrucción.
No han visto lo suficiente
de ella.
Tontean como pretendientes
acercándose a besar a la
muerte.
Destrucción.
Seduce el alma del
observador,
arrastra los pies a sentir
algo perecer bajo ellos
y a las manos a estrujar
un abrazo final, en el que
esperas
que lo tuyo también caiga.
No encajaré en ningún lado
nunca,
pues estoy condenada a la
autodestrucción periódica.
No encajaré.
Como tampoco hay lugar en mi
cuerpo,
ni en mi piel,
no hay espacio reservado,
trato constantemente de
fugarme.
De verdad, caer abajo.
Como Borl no encaja ya y
busca el camino
ladera abajo.
Encajar o no, parece ser
siempre
un asunto problemático;
una cuestión, un
interrogante sin resolver.
Una meta despreciada,
sobrevalorada(mente) molesta.
Si al menos pudiera ser
nada…
Pero incluso ese derecho me
lo negaron.
Hay personas tan tristes que
carecen de cuerpo
y almas tan solas,
que pierden la piel.
Si al menos pudiera caer
abajo,
inanimadamente, sin vida.
Pero incluso ese derecho me
lo he negado,
dejo que las ramas arañen mi
cuerpo
y tiendo mis manos a las
piedras
en un intento obsceno,
de perecer sin culpa.
"No encajaré en ningún lado nunca,
ResponderEliminarpues estoy condenada a la autodestrucción periódica"
Grande, doloroso y verdadero, para mí...casi la única verdad.
Un besito y gracias (el otro día me lo pasé fenomenal)