viernes, 14 de junio de 2013
domingo, 9 de junio de 2013
No hablarás contra tu prójimo falso testimonio.
Voy a escribir el
poema más rabioso del Mundo,
me insultaré en él,
porque eso es lo que otros hacen,
usaré términos de la
calle a ser posible mal sonantes,
y compondré una red
de alaridos para el vulgo.
Voy a escribir el
poema más auténtico del Mundo,
lo llenaré de
confesiones y secretos,
destriparé (¡cómo si se pudiera!) en él mi Universo,
y compondré una red
de morbosidades para los hambrientos.
Voy a escribir el
poema más estético del Mundo,
decoraré cada frase
con las palabras menos usadas y más bellas,
lo haré inaccesible y
frío para la inmensa mayoría,
y compondré una red
de hermosas mentiras.
Voy a escribir el
poema con más referencias del Mundo,
abriré la Wikipedia y
bucearé en los nombres y términos,
surcaré la historia
desde la Odisea hasta la subversiva Angelica,
y me detendré en
cineastas, libros, pornografía, documental,
arte, ciencia,
política; y por supuesto música.
Mencionaré a Dios
para no quedarme corta,
que se sepa que
aunque atea, me formaron.
Hay que saber de
todo, de todo, de todo.
Citaré, haré redobles
de sentido con tanto dato,
seré tan versátil,
tan exacta y todo..
Para regalarle a
vuestro ego el placer de creer que habéis entendido
los versos de un
poema.
Voy a escribir el
poema más conceptual del mundo,
usaré palabras que evoquen
un nivel más alto de inteligencia,
lo haré corto e
inútil,
Confucio se reirá en
su tumba.
Voy a escribir,
aunque sea un poema,
que sea sólo uno,
pero será mío.
habrá luchado por salir
de mi cerebro,
arañando mis axones
habrá llegado hasta mis dedos.
Me habrá mordido la
conciencia.
Ese va a ser mi
poema.
Va a tener mentiras y
no tendrá mayúsculas.
Confesaré algún
pecado pero leve,
ese va a ser mi
poema.
Voy a ser igual de sincera que en mi vida,
ni más ni menos,
igual que siempre.
Voy a fingir que el
poema me satisface,
porque es
sinceramente humano; mío.
No responde a modas,
estilos, tendencias pre-diseñadas.
Voy a quererlo porque
lo he alumbrado,
tan espontáneo e
impreciso,
como haber parido a
un hijo.
Sobre todo; voy a
protegerlo con mi orgullo,
que no se vea que en
realidad envidio,
los poemas que beben
del cultivo.
Voy a disimular mi
ignorancia,
con honestidad en la
palabra.
Voy a tratar de no
quemarlo,
por visceral, llano y
poco elaborado,
por recordarme cuánto
me falta para que al leerme,
me admire
enteramente, como se admira a otros.
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