¿RESILIENCIA versus LIBERTAD?
A Pau y Pablo
Nos enseñaron a ser resilientes
Porque en su mundo tuvo sentido
Y lo hicieron lo mejor que pudieron
Pero ya no estamos viviendo en ese mundo
Tememos elegir la libertad porque
no tiene el valor que ellos conocen
Cada uno vive una guerra diferente
y es difícil hacer analogías
de lo que no se ha sentido.
Y salir de este método de métodos
lanzarse sin plan y sin aviso.
Que no te valga el pan si la mano que lo tiende
te hurga en el alma y te la amputa.
No se entiende si viene de los que no sabemos que es pasar hambre
Pero
este mundo nos está mostrando
que el ahora es todo lo que jamás hemos tenido
que el abrazo de hoy es lo único que vale.
La promesa del pan puedes dejarla en mi buzón de sugerencias
Este mundo muestra
a los que abren su corazón a las verdades
las cortas verdades que no perecederas
que una canción con guitarra en un parque
pudo ser el acto más romántico de mi vida,
y no fue falso amar sin fin esas manos
donde aunque lo hubo todo no se concretara nunca.
Que los lobos que muerden es porque temen ir de caza
ellos mismos
y que el que te inunda de noxas no merece castigo
pero nuestra compasión también debe ser relativa.
Que es el AHORA
donde no hay nada que temer
nada que te arrebate lo que ya llevas contigo
Que ese mundo en el que tu animal quiere vivir
no es el mismo en el que te han puesto cadenas
que mirando más allá, ese infinito de miedos, de ataduras
no es nada más que la imaginación perturbada
envenenada por lo desaprendido.
Una vez que se entiende que es el ahora
no hay miedo, ni esperanza
solo un segundo tras cada segundo
escapando entre los dedos,
llenándote y quitándote la vida
en definitiva la libertad
de saber que con toda esa resiliencia
ya no necesitas más para enfrentarte solo en primera línea
y cuando mires atrás
lo bonito no será lo que aguantaste
sino donde te lanzaste con las hienas mordiendo los tobillos
el agua cayendo a raudales desde el techo
el corazón lleno de arena y la ropa pegada, asquerosa,
sobrándole a tu piel
cuando pasaste hambre del de verdad
y supiste que acabaría en algún momento.
O no, y te dejaste llevar.
Aceptaste que no hay garantía, el frío arrancándote la energía
El mundo, el ahora, sin promesas
Sólo tú frente a ti, clavándote en el corazón
todos los cristales del reflejo
que tenía miedo, o tiene miedo
y siempre lo tendrá,
cada vez menos.